EL DÍA QUE MÉXICO LE GANÓ LA GUERRA A LOS ALIENS.

Hubo un día en que seres de otra galaxia trataron de invadir nuestro país, los medios de comunicación nunca dieron a conocer la noticia para no “magnificar” la situación, porque a decir de ellos, era perjudicial para la tranquilidad social “sobredimensionar” acontecimientos que no eran más que “hechos aislados”.



Pues total que los seres alienígenas se presentaron en el centro de la ciudad de México y dijeron a sus habitantes:



“Si no se rinden y entregan la ciudad vamos a contaminar el aire y los vamos a dejar sin agua durante días enteros para que no puedan vivir.”



Y los capitalinos, lejos de asustarse se burlaban de dicha amenaza su burlaban:



“Huy qué miedo!. Si eso es cosa de todos los días, vayan a asustar a su abuela con esas amenazas!.”



De modo que se dirigieron al norte del país y dijeron a unos campesinos:



“Nos entregan sus tierras o les vamos a provocar una sequía que ni las cucarachas van a sobrevivir.”



Y los campesinos dijeron con desdén:



“Si les sirven estas tierras áridas quédense con ellas, ya están más muertas que nada, tanta sequía y tanta indiferencia del gobierno las dejaron completamente desiertas, ahí recogen los cadáveres de las vacas y mulas que se han muerto de sed pa´que no les estorben.”



Ante esto se fueron a la sierra de Oaxaca y advirtieron a sus habitantes:



“Nos entregan su territorio o los vamos a dejar sin comida, sin luz, sin drenaje, sin agua potable, sin servicio médico, sin escuelas, van a vivir tan raquíticamente que les va a ser imposible.”



Y los habitantes no entendían la amenaza, porque los aliens hablaban español y ellos sus lenguas nativas y se decían entre ellos:



“Estos qué se traen?, qué carajos dicen?”

“No les hagan caso, han de ser de esos que les dicen políticos, que vienen nomás de vez en cuando a prometer que ya nos van a ayudar.”

“Ignórenlos, de todos modos hablan como locos, prometen a lo puro pendejo y ni cumplen nada.”

“Ignórenlos a ver si se cansan de hablar solos y se van a ching… a su m..dre…”

Y empezaron a reírse de ellos, de ver cómo hablaban y hablaban en un idioma que no conocían bien, y los aliens seguían amenazando, cada vez más desconcertados al ver la risa de los oaxaqueños, hasta que decidieron irse y desistir de sus pretensiones.



Total que los extraterrestres se fueron a Michoacán, el alma de México, totalmente estresados al ver que no podían convencer a nadie y dijeron a los michoacanos:



“Ya nos cansaron, esta vez va en serio, si no entregan su Estado inmediatamente vamos a empezar una matazón que ni la revolución haya dejado tanto muerto.”



Y los michoacanos se burlaban:



“oy éste, ha de ser pariente de Felipe, ay ustedes sabrán, si quieren quedarse con el estado, adelante, al fin que está más endeudado que nada y más olvidado por el gobierno federal, eso sí, lleno de federales por todos lados, que dizque combatiendo la delincuencia, ajá, cómo no.”



Al final, enfurecidos, los aliens secuestraron la totalidad de las empresas televisivas del país, es decir, sólo las dos que hay, y mandaron un mensaje a todos los mexicanos en cadena nacional:



“ Ustedes creen que pueden burlarse de nosotros, hemos tratado de persuadirlos “por las buenas”, y creen que esto es un juego, tienen una sola oportunidad, entregan el territorio nacional o nos llevamos a sus gobernantes, a todos, empezando por el presidente de la república y nunca más volverán a verlos, se quedarán sin diputados, sin senadores, sin secretarios de estado, sin gobernadores, sin autoridades electorales, a ver entonces qué hacen, a ver si son capaces de vivir al garete, sin gobierno.”



Y los aliens se espantaban de ver la reacción de los mexicanos ya que todos, al unísono, pedían que cumplieran su amenaza, se manifestaron en calles, monumentos, carreteras, con pancartas, gritando:



“Sí, llévenselos, llévenselos, empezando por Peña Nieto, llévenselos, les damos todo el dinero, todo el petróleo, todos los impuestos con tal de que se los lleven, llévenselos.”



Los gritos resonaban por todo el territorio mexicano, el furor que había en la súplica era desmesurado, hombres, mujeres, niños, ancianos, no se diga los estudiantes, todos gritaban:



“Llévenselos, llévenselos, prometemos trabajar para ustedes, aunque no nos paguen a $7.47 la hora, es más, no nos paguen pero llévenselos.”



Y al ver esto pensaron que los mexicanos estábamos locos, que tal vez había algo raro en la atmósfera del planeta y no querían terminar igual, así que de plano decidieron irse.



Eso sí, al día siguiente, la noticia de primera plana en todos los diarios:



“El gobierno mexicano logra repeler amenaza de invasión extraterrestre, labores de inteligencia de las fuerzas federales logran de manera impecable “replegar” a los invasores sin detonar una sola bala, debido al impecable trabajo realizado, los cambios en la nueva era de este gobierno dan resultados notables, este es el nuevo tenor, la ley no se negocia.”



LIC. MARCO A. GONZÁLEZ J.