PLEGARIA

 Señor, que nunca me vea triste ni desesperado,
que siempre vea en mí la cordura y la serenidad.
Que no conozca mis penas, que no me vea derrotado,
quiero siempre ser fuerte para poderle ayudar.
Que nunca me vea herido, que nunca me vea llorando
y que no pierda la calma ni muestre mi debilidad.

Que nunca me encuentre torpe ni confundido,
lléname de sabiduría para poderle aconsejar,
para ayudarle a encontrar el camino
que pueda llevarle hacia la felicidad.
Que nunca me vea frágil ni abatido,
que nunca me oiga blasfemar.

Que nunca me  vea perdido, que no me sienta lejano,
que no conozca mi angustia cuando no puedo escapar.
Señor, que nunca me vea triste ni desesperado,
Que siempre vea en mí la cordura y la serenidad.

Lic. Marco A. González J.