UN PERFIL SOBRE LA EDUCACIÓN EN MÉXICO




Es indudable que la educación es uno de los procesos sociales más trascendentes, capaz de prepararnos mejor en los retos y desafíos que la vida nos presenta, además de ser el ingrediente central del progreso comunitario y de evolución social.

En este sentido, el hablar de este tema debe obligarnos a hacer muy reflexivos y analíticos, toda vez que en él, nos encontramos involucrados toda la sociedad y, porque de ella depende, el desarrollo y desenvolvimiento de nuestro país.

Haciendo la aclaración de que el presente comentario es en relación única y exclusivamente a la educación pública, la que obligadamente debe otorgar el estado mexicano. Haciendo énfasis en que, dicha educación, deberá cumplir preceptos democráticos y nacionalistas., será además: laica, gratuita, obligatoria y armoniosa, teniendo como único método, el científico a efecto de hacer del alumno un ser integro, educado en valores que le fomenten el amor al prójimo, a su escuela, su familia y su país.

Sin embargo, hoy en día, el estado mexicano se ha visto obligado por la fuerza de la economía global y de mercado para llevar a cabo reformas estructurales a su sistema educativo, fomentando otra realidad, aquella que sólo exige una capacitación para incorporar al hombre al mercado laboral. Sí, una educación chatarra, contraria a los preceptos establecidos en el artículo tercero constitucional, sin nacionalismos ni humanismos, solo seres mecánicos, anti sociales y apátridas, preparados exclusivamente para generar riqueza, Sí riqueza, pero no para ellos, sino para los grandes capitales, a complacencia de nuestros “eminentes” políticos.

Esta visión se ha esmerado a través de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (organismo económico global), para obligar a los países bajo el manto protector de Washington, entre ellos México, a someterse periódicamente a una evaluación para determinar los estándares de calidad educativa.

Como es de suponer, México tiene varios años ocupando los últimos lugares en esta medición obligada. Ante esto, el estado se lava las manos y culpa de esta deficiencia a los maestros, sin ponderar que la educación es un asusto estructural, o sea que como ya dijimos anteriormente, compete la responsabilidad de sostenerla, cuidarla y protegerla, a la sociedad en su conjunto, esto es, autoridades políticas, gubernamentales (federales, estatales y municipales), autoridades educativas, maestros, padres de familia, y por qué no, a los medios de comunicación.

Ante esta problemática, nadie debe de exculparse, todo mundo debe asumir su responsabilidad. Por supuesto que el magisterio nacional ha fallado, y mucho, pero preguntemos a los demás actores si están dispuestos para aceptar su culpabilidad del fracaso educativo nacional., si no es así estamos queriendo ver el contenido de la película de un solo lado, con una sola visión, y eso no está correcto.

Por ejemplo ¿el estado proporciona los recursos suficientes para mejorar la infraestructura educativa?, ¡claro que no!, solamente destina el 50% de lo que debe invertir, o sea, del 8% del producto interno bruto de nuestra economía, solo proporciona el 4%., cuando países como Japón, Suecia, Estados Unidos, Holanda, China, Corea, Brasil y Cuba están proporcionando a su educación el 12% de sus ingresos.

En este sentido se debe ser claro y preciso, actualmente las escuelas públicas no tienen un apoyo directo y constante para mejorar sus condiciones de trabajo salvo el salario de los maestro-. Aquí se debe destacar la labor respetuosa y responsable de los padres de familia quienes con sus cooperaciones anuales han llevado a cabo un trabajo exitoso en la construcción, remodelación y acondicionamiento de las escuelas, que si no fuera por esa labor, las instituciones educativas estarían prácticamente en pésimas condiciones materiales. Hace muchos años el gobierno se ha desentendido de sus obligaciones con la educación pública, a cambio, ha permitido la proliferación de escuelas privadas para negocios particulares, lesionando la economía del pueblo mexicano.

Las autoridades educativas desde las secretarias en los estados, de plano, nunca han mostrado esfuerzo alguno para resolver la problemática de la educación, a pesar del desproporcionado número de trabajadores con los que cuentan., y no solamente me refiero a las oficinas centrales, también tenemos jefes de sector, inspectores escolares, todos con un séquito de jefes de enseñanza y apoyos extraordinarios que cobran sin mover un sólo dedo para favorecer a las escuelas en sus respectivos lugares de adscripción.

Todas estas personalidades bendecidas por la “robolucion” cobran un dineral, jamás dan la cara, son apáticos y muchos de ellos sólo asisten a cobrar cada 15 días. Visitan las escuelas solo cuando hay fiestas o clausuras para dar saludos de las autoridades superiores., piensan y actúan solo en sus intereses,- las escuelas les valen madre-.

Por lo que corresponde a los medios de comunicación, ni que decir, se han dedicado a llevar a cabo una labor de linchamiento contra el magisterio, lo que resulta obvio, quieren destruir lo poco que le queda al pueblo la enseñanza pública-, para el beneficio de los particulares, dueños de las escuelas privadas, y por supuesto del dinero. Pero eso sí, televisa y canal 13 deben sentirse orgullosos por su aportación a la educación, con su programación enajenante, cursi, corriente, llena de basura audiovisual, idiota y, claro con un sistemas informativo noticioso de tercera, elitista, amarillista y caprichoso, que a cada momento miente sobre la realidad nacional, con el apoyo de pseudoperiodistas como: Joaquín López Dóriga, y Carlos Loret de Mola, títeres del sistema de derecha que tenemos.

A grandes rasgos esa es la problemática, en esa dirección caminan los principales actores responsables de la crisis educacional en México. Cada quien remando para sus intereses, culpándose unos a otros sin querer tomar al toro por los cuernos. Mientras tanto, el país no puede competir en esa obligada carrera de globalidad económica impuesta por el capital financiero mundial.

No es posible que el asunto de la mala calidad de la educación se vaya a resolver aplicando un simple examen a maestros y alumnos, esto es otra mentira más de las autoridades, las que tratan de justificar los malos actos de gobierno, culpando solamente a una aparte del problema, o quizá, con la intención de reducir el gasto público despidiendo maestros, como ya lo ha venido haciendo con otros trabajadores, cito el caso de los electricistas de luz y fuerza del centro y mexicana de aviación. Vale decir, las cosas no van a cambiar solo por caprichos políticos que buscan más bien efectos mediáticos.

Es tiempo de que el pueblo reaccione ante un problema tan delicado como es la educación, es tiempo de que analice y vaya al fondo para encontrar una mejor solución y no se quede con la falsa idea que les está dando el sistema de derecha empujado por los intereses del mercado, las televisoras y los dueños de las escuelas privadas, quienes avizoran ensanchar más sus negocios.

¿La educación debe mejorar? ¡Claro que sí! Por que es fuente de todo progreso, pero no debemos perder de vista que ésta debe ser: integral, justa y armoniosa en el desenvolvimiento de la personalidad educando, con la sana intención de prodigar seres humanos libres, críticos, y analíticos en razón de los verdaderos intereses nacionales.

No es conveniente permitir reformas educativas para transformar al ser humano en simples robots, como lo exigen las transnacionales., estas no quieren hombres pensantes ni inteligentes, quieren mano de obra barata, esclavos modernos, sin derechos ni garantías sociales., para eso cuentan con el contubernio de las autoridades para modificar y elaborar reformas laborales en contra del pueblo trabajador.

A los maestros, al magisterio nacional, les debe obligar, el adoptar otro tipo de postura, la del verdadero trabajo en el aula- sin paros, sin marchas sin flojeras-, sin el apoyo cómplice del sindicalismo corrupto, ese sí es enemigo irreconciliable del adelanto educativo.

Lo que si es cierto es que, México debe avanzar de la mejor forma y nadie mejor que el pueblo puede exigir a las autoridades en todos los niveles que cumplan con su responsabilidad sin hipocresías, sin mentira, ni caprichos políticos., nuestro país quiere y exige una verdadera educación pública, de Calidad, sin dejarse de influenciar por la fuerza del capital financiero.



BENJAMÍN AYALA G.