La felicidad abunda
en nuestros corazones,
en verdad fecunda
nuestro amor y pasiones.
Enamorados efectivamente
de dicha anegados,
tú y yo eternamente
dulcemente ilusionados.
No existe alegría mayor
por ninguna fiesta,
ni causa mejor
que nuestro amor manifiesta.
El estar enamorados
tú y yo de esta manera,
nos tendrá apasionados
de forma tan certera.
Enamorados sin cortapisas
sin fingimientos,
con alegría con risas
lo transmiten los vientos.
Tengo la gran fortuna que de mí te enamoraras,
y a la luz de la Luna
con serenata me aceptaras.
Siempre estamos dichosos
disfrutando nuestro amor,
ambos somos gozosos
amándonos con fervor.
Enamorados eviternamente
somos la admiración,
amándonos corazón y mente
aumenta nuestra pasión.
Y así continuamos nuestro diario vivir,
jamás de amar cejamos
en nuestro existir.
Musa, Náyade, Sílfide
Elizabeth