Muchos hablan del amor

"Testimonios del Amor" Autor: C. Raúl Rizo Navarro 01 - 02 -14 Yurécuaro, Mich. Muchos hablan del amor aún sin conocerlo el nuestro, incomparable, nos amamos con sinceridad exarcebamos la pasión, vínculo perene entre ambos, así como nuestra sensualidad que a la sexualidad nos conlleva como víctimas propicias al holocausto pero de amor. Nos bastan unas miradas fijas, directas para encender la mecha que unirá nuestros labios golosos, gozosos en ósculos ya suaves, o fuertes acariciándonos nuestra faz con sendas manos recorriendo nuestros cuerpos abrazándonos fundidos en un sólo ser. Que hasta nuestras almas igual se fusionan en la misma vorágine, alegórica de nuestras mutuas risas y recuerdos gratos de momentos intensos; pasados y actuales en los que nos regocijamos con nuestro eterno amor el cual crece día con día, desmesurado, incansable, motivado por tus ojos hermosos que me miran enamorados, por tus labios como rubíes que trémulos me besan siempre por tu tersa piel acanelada y tu exquisito aroma que me excita a amarte con profundidad,profusamente. Cuando mis ojos miran tu hermosa faz y curvilíneo cuerpo, con tus bien torneadas piernas que siempre a mí te conducen, donde te esperan mis hercúleos brazos para abrazarte toda, brindarte mi calor y protección y conducirte irremisiblemente al himeneo en el tálamo nupcial en el cual culminas redimida a mi ser y yo también al unísono concluyo en un marasmo gratísimo complacido por tu entrega sin reservas, tú mía, yo tuyo completa y eternamente. Creo difícil que alguien pueda amarse de manera parecida con la intensidad del amor que ambos nos otrogamos, creciente a cada instante, siendo el uno para el otro indispensables, para nuestra mutua existencia. respirando el mismo aire, otorgándonoshasta el último hálito de nuestras vidas, que si yo caigo,me levantas, me curas y alientas y si tú tropiezas, evito tu caída, aumentando mi protección a tu bello y excelso ser. Yo no soy más que tú y no eres más que yo, la intensidad de nuestro amor es pareja, recíproca e inagotable así como todos estos testimonios de amor, de nuestro amor infinito, inmensurable, nadie amó así jamás y difícilmente alguna pareja podría imitarnos aún cuando intenten seguir el ejemplo, porque jamás nos inhibimos de mostrar nuestro mutuo amor, con todo el pudor que ello supone, salvaguardando nuestra intimidad y otras situaciones análogas. Ojalá que alguien más se amara como nosotros, desde el inicio a la fecha, nuestro amor comienza donde se acaba la envidia, el rencor , el odio incluso, hasta el olvido que nadie sabe donde quedó también nuestro amor inicia donde cierta ignorancia e indiferencia se pierden, y nuestro amor al iniciar se empezó a nutrir de confianza, seguridad mutuas, de las mieles de la pasión, alimentándose mutuamente de cariño, de caricias y de los mismos deseos de superación, de respeto y honor, los postres elaborados de ilusión basadas en hechos reales y de las posibilidades más positivas encontradas, creciendo cada día y nutriéndose con mayor voracidad y apetito el uno por el otro irremisiblemente, construyendo más testimonios del amor, de nuestro amor, en donde los vocablos te amo, amor mío, son constantes, perenes, reales, amada mía te amo desde siempre y sé que me correspondes igualmente y nos amaremos por siempre. Musa, Náyade, Sílfide, Tú el amor de mi vida.