MI AMADA
Mi amada caminaba siempre sonriente,
llevaba en su sonrisa la inquietud de sus pocos años.
Hoy mi amada se encuentra muy lejos,
su recuerdo ilumina la penumbra de mi morada.
Mi ansiedad se durmió serenamente
y mi amada se marchó con su sonrisa,
yo no encuentro la razón de su partida,
no asimilo aun el frío de su desdén,
no he podido convencerme de esta horrenda realidad.
Y el verso surge de mi desconsuelo.
Y el alma se me escapa por la herida.
El alba me sorprende pensando en ella
y en la noche elevo una plegaria esperando su regreso.
Camino por la bruma, dando tumbos, temeroso,
y cuitado busco a mi amada,
pero ella se marchó en silencio y no volvió.
Aguzo el oído esperando escuchar su voz
y sólo escucho al viento traer los recuerdos.
Es en vano que la llame, ya no me escucha,
es en vano que la busque si no he de encontrarla.
Ella se aparto de mi camino
y mi anhelo, errado, se volvió fantasma.
Hoy mi amada es una sombra más en mi añoranza.
LIC. MARCO A. GONZALEZ J.
CUANDO UNO ES PEQUEÑO…
Cuando uno es pequeño quiere ser grande, porque los grandes no tienen miedo.
Los adultos no tienen miedo a la oscuridad, ni a quedarse solos en sus cuartos a la hora de dormir, no le temen al monstruo del armario, ni a salir a la calle sin tomar a alguien de la mano.
Los adultos son tan sabios, no hay cosa que uno les pregunte y no sepan.
Son nuestro ejemplo, nuestros héroes.
Los adultos ya conocen la vida. Los adultos nunca lloran. Los grandes ganan. Los grandes no se equivocan.
Pero cuando pasa el tiempo, y pasan los años y uno se vuelve adulto, uno quisiera ser pequeño de vuelta.
Por que los pequeños no temen al ridículo. Ellos disfrutan cada momento y no se ocupan de pequeñeces como esa.
Por que ellos sueñan aun cuando están despiertos.
Por que para ellos algo pequeño es lo más grandioso, basta su imaginación y siempre tienen una sonrisa.
Ellos se adaptan, no se preocupan.
Ellos pierden pero vuelven a intentar y si se caen no les duele se vuelven a levantar.
Y cuando crecemos nos olvidamos.
Y el paso de los años no nos hace más maduros. A veces nos hace más cobardes.
Nancy N. González Jiménez. INOLVIDABLE Autor: C. Raúl Rizo Navarro
06 - 02 - 13 Yurécuaro, Mich.
Amores acontecidos
algunos huellas no dejaron
quizá ya se olvidaron
sólo coincidencias los parecidos.
Un amor sobresalió
y mucho le amé
nunca la lastimé
un día, todo desapareció.
Tenía gran carisma
y una gran alegría
feliz siempre lucía
su corazón como prisma.
Radiaba felicidad
en todas direcciones
juntos nuestros corazones
con gran tranquilidad.
Humilde de corazón
caritativa su alma
conservaba la calma
imperando su razón.
Única su forma de amar
todo por nada daba
y cómo me miraba
sólo la podía adorar.
Curvilínea su figura
de andar sinuoso
toda era hermosa
lucía con finura.
Un día aciago
faltó a nuestra cita
dónde estás mujercita
al altar no llegó,que hago.
Ya no la vi con vida
no podía ser verdad
mucha mi terquedad
por mí era requerida.
Adiós mujer encomiable
jamás te olvidaré
siempre te rezaré
mi amor inolvidable.
In Memoriam de Adis
R: I: P: 1985