Como lluvia impaciente que baña la noche
Como lluvia impaciente que baña la noche
llegas a mi vida encendiendo el deseo.
Y entonces una mirada, una sonrisa es suficiente
para desencadenar la vida, la libertad del ensueño.
Y escucho una lira vibrar con cadencia misteriosa
que se traduce en arcanos arpegios
que arrullan a la ilusión que duerme esperando.
Y así las palabras trazan líneas de fuego
para contar una historia de amor,
para revelarte, mi vida, este ardiente secreto.
Para confesarte un amor que me acercó más a Dios
porque pudo dar fe a cada instante en mis sueños,
por una promesa de amor que adivino en tus ojos
y en ellos pude ver cuán grande es el cielo.
Y así tu mirada dirige las velas de este amor,
náufrago sin voluntad en un mar revuelto,
que se agita y se estremece como mi corazón
y que ruge con fuerza como mi sentimiento,
que me hace quererte mucho más que ayer,
que respira en tu piel el olor de lo eterno,
que se duerme soñando con que tú eres mía,
que despierta gritándole al sol que te quiero.
Lic. Marco A. González J.