Indignantes escenas de fuego y cenizas,
fanatismo que amenaza la seguridad
cuando monumentos abatidos se convierten polvo.
Erróneas teorías, instrumentos de la oscuridad.
Qué lejos se va la esperanza, abatida
cuando el odio estremece nuestra realidad.
¿Qué oscuro destino le aguarda a este mundo,
en qué incierto sendero hemos de caminar?
No hay peor diferencias que ideas raciales,
quien hizo a las sectas mató la verdad.
Qué herencia maldita de sangre y de muerte
Para la semilla de la humanidad.
¿A dónde se irán todos los anhelos,
todos los deseos de fraternidad
cuando negros nublos que arrasan al hombre
cubren de cizaña toda realidad?
¿A qué se le llama hoy en día justicia
y cuáles son los medios de la libertad?
¿Hemos de matar por sobrevivir
y teñir de rojo la prosperidad?
Alianzas que llevan la espada en la mano
deseos de venganza habrán de saciar,
la sangre por sangre, tu dios por mi patria,
con rencor y muerte ¿quién perderá más?
Maquinación calculada para sembrar el terror.
¿Qué ha hecho con la religión esta humanidad?
¿Dónde está la mano de la misericordia?
¿Y la justicia dónde, señor dónde está?
En esta tierra cicatrizada y tempestuosa
no supimos nunca encontrar la verdad,
profecías que alertan sobre cada riesgo,
hijos tormentosos que anhelan la paz.
En esta civilización repleta de crisis,
víctima del miedo, de la impunidad,
qué débil se siente ante furia voraz.
Sin embargo no es nada imposible
porque estando juntos se puede alcanzar.
Roguemos a Dios por un mismo destino,
por un mismo tesoro de amor: ¡LIBERTAD!
LIC. MARCO A. GONZALEZ J.